domingo, 31 de mayo de 2009

La tristeza

Despido mayo con la tristeza de estar lejos.
Con la añoranza de los mayos que antecedieron.
Mayos de ir cogidos de la mano
compartiendo sueños.

Despido mayo
y esta tarde se anuncia lluviosa.
El recuerdo,
aroma húmedo que acompaña al sofocante calor,
te acerca a la memoria.
Entonces, el milagro....
Estas de nuevo frente a mí,
con nuestra hija cargada al cuello
y me regalas tu mejor sonrisa.

domingo, 17 de mayo de 2009

"Llegar al medio siglo"

Este 16 de mayo, mi humanidad llegó a la media centuria.Cincuenta años que pueden parecer un largo periodo de tiempo, pero en realidad representan un fugaz chispazo de vida.

Amanecí muy temprano para poder disfrutar la belleza de los cerros del Ávila, con su neblina y las nubes tan altas que se entremezclan con el lomerío verde. Parque Nacional, pulmón de Caracas...

Espectáculo majestuoso que como tesoro, cobija esta urbe donde se fusionan riqueza y pobreza extrema, alegría revolucionaria y odios opositores, pero sobre todas las cosas, donde coexisten seres maravillosos, que más allá de sus diferencias personales, intentan regalar al país una mirada nueva y optimista, con otras perspectivas de integración a través de aquello que mejor conocen y saben hacer: "Su arte"

Y es que artistas son todos estos jóvenes y no tan jóvenes, con los cuales he podido relacionarme en los últimos meses que llevo visitando Caracas. Hombres y mujeres en los que destaca la jocosidad del latino y el increible talento natural, que los define como artesanos de vida.

Porque arte hay en la actitud del vendedor de la prensa, o en aquellas mujeres que bajo sombrillas proponen al caminante diversidad de productos y que aquí denominan "buhoneros".

Artistas son los malabares callejeros, que entre el tráfico de carros, ofrecen su rústico arte, en espera de que algún ser compasivo les de algo de dinero para comer.

Me ha resultado doloroso conocer la miseria en que aún subsisten muchos hombres y mujeres en este lado del planeta.Por primera vez, en mis 50 años de existencia, he visto mendigos y vagabundos durmiendo bajo puentes o tirados sobre cartones en las aceras.Imagenes que en mi Cuba, esa que por más de 50 años ha sufrido un bloqueo económico inclemente e inhumano, nunca antes vi a pesar de la pobreza.

Pero Caracas, y todo el territorio que representa como ciudad capital, acoge a muchos otros actores de vida, que entre dificultades y contradicciones son capaces de levantarse y buscar la luz de los nuevos tiempos apoyando cambios y decisiones que innegablemente, aportan un respiro y un cambio radical en su futuro.

(Indígenas de la etnia Wayuu aprenden a leer y escribir con la mision Robinson)









(Trabajadores sociales en trabajo voluntario)

Por eso, llego a mis cincuenta años, y siento que aún me queda mucho por hacer. Hay tantos y tantas que esperan porque les tiendan la mano..., son tantos los que necesitan un trato humano y el reconocimiento social...

Mucho camino he de andar todavía, y estoy segura que desde mi humilde profesión, mucho podré aportar a esa humanidad desposeída, a la cual intentan mantener aislada, en su afán discrimanatorio los burgueses y sus acólitos.

Son cincuenta años, sí. Y me considero dichosa de haber nacido en un año que marcó historia en mi patria y el mundo. Mis ojos, verde olivo como el uniforme rebelde, vieron la luz primera en la capital de la mayor de las islas del Archipiélago cubano, y crecí con una revolución, donde no niego que existieran errores, pero sus aciertos han sido tantos, que agradezco eternamente a mis padres las condiciones de mi nacimiento.

La vida me premió con buenos amigos, con una pequeña y especial familia, y con una hija hermosa, rebelde y luchadora, con los mismos sueños de justeza y solidaridad revolucionaria que siempre tuvimos sus padres. ¿Puedo pedir más?...

Dicen que la felicidad no existe...y no es menos cierto, que a veces, nos toca vivir momentos tristes, porque la vida, también trae consigo situaciones que nos retan a encontrar fuerzas para seguir adelante.

¿Por qué, si hay tanto por hacer, ternura y amor para compartir, se puede ser infeliz?...

Sólo los egoistas son retorcidos e infelices.!Pobre de ellos...! El odio y las envidias, los vuelven desdichados, al punto, de perder la capacidad de amar al prójimo. Los rencores de clase no los dejan valorar la belleza de las buenas acciones.

Es por eso que anoche, aunque extrañé a los amigos de Cuba y los seres queridos que he dejado allá, mi Alejandra y sus amigos, me hicieron sentir que cualquier lugar donde prime el afecto y el calor humano, pueden ser el paraiso terrenal. No hacen falta lujosas veladas y surtidos buffets.Caracas, me abrazó este 16 de mayo del 2009 y repito, aunque tal vez me hubiera gustado sentarme en mi malecón habanero y mirar como el sol se pone en el horizonte; desde un pen-house, en la Florida, este, mi cumpleaños 50, me permitió disfrutar y compartir el calor de jóvenes bailarines y artistas que también forman parte de la nueva mirada de Venezuela.

Mirada donde no sólo las misiones hacen revolución, pues con el buen arte y la cultura, los pueblos también de algún modo, apoyan y defienden los cambios que todos merecen.

Fotos: Franklin Reyes/J.Rebelde y archivo personal.

martes, 12 de mayo de 2009

A la espera...

"Donde la lluvia se pierde,
la grama intenta salir.
Y yo,
observo el devenir,
ese aroma silencioso...,
que me arrastra,
cauteloso,
donde la vida culmina;
y siento como en mí se anima
ese afán del universo.
Y con la lluvia despierto,
en ésta, tu tierra,
estéril".

lunes, 11 de mayo de 2009

Florentino el cantó con el diablo












Los años pasan y no perdemos la facultad de asombrarnos.Eso me ha sucedido por estos días recurrentemente, porque aún cuando lo cotidiano pueda parecer insulso e irrelevante, los humanos,(para suerte nuestra) conservamos el don de maravillarnos.

"........El coplero solitario vive su grave altivez de ir caminando el erial como quien pisa vergel.En el caño de Las Ánimas se para muerto de sed.Y en las patas del castaño ve lo claro del jagüey.El cacho de beber tira, en agua lo oye caer; cuando lo va levantando en agua lo oye caer; cuando lo va levantando se le salpican los pies, pero del cuerno vacío ni gota pudo beber.Vuelve a tirarlo y salpica el agua clara otra vez, mas sólo arena sus ojos en el turbio fondo ven.

Soplo de quema el suspiro, paso llano el palafrén, mirada y rumbo el coplero pone para su caney, cuando con trote sombrío oye un jinete tras él.

Negra se le ve la manta,negro el caballo también; bajo el negro pelo'e guama la cara no se le ve.
Pasa cantando una copla sin la mirada volver:

-Amigo, por si se atreve, aguárdeme en Santa Inés, que yo lo voy a buscar para cantar con usté"...

Así cuenta Alberto Arvelo Torrealba en su poema "Florentino el que cantó con el diablo", que luego musicalizara Antonio Estévez al crear su "Cantata Criolla" y que bajo este título se presentó el fin de semana último en el Teatro Teresa Carreño de Caracas.

Espectáculo de realismo mágico, que nos adentra en lo más arraigado de las creencias y tradiciones populares del venezolano. Una propuesta talentosa, idea de la joven coreógrafa Mariela Delgado, coproducida por las Fundaciones Compañía Nacional de Música (CNM), Compañía Nacional de Danza (CND) y Teatro Teresa Carreño (TTC).

Reitero, los que tuvimos la suerte de apreciar esta obra artística, regresamos a casa con la emoción de haber descubierto como el arte y sus manifestaciones son capaces de unir voluntades cuando prima la sensibilidad y el talento.

Con la participación de la Orquesta Filarmónica Nacional (OFN) bajo la batuta del maestro Luis Miguel González y la direcciones artísticas de Alice Dotta y Efrén Rojas, las voces del
Coro de Ópera del TTC, así como las del tenor Idwer Álvarez como Florentino y el barítono Franklin de Lima como El Diablo, consumaron lo que la danza ejecutó.

Trabajo depurado de un colectivo de artistas, donde se fusionan las diversas tendencias del arte danzario, destacando la primera bailarina Alejandra Martínez, Ricardo Rodríguez, Bernadette Rodríguez y Fabiola Fassino, figuras del Ballet Teresa Carreño en su desempeño sobre las puntas y Franklin González, Armando Díaz y Luis Villasmil, de la Compañía Nacional de Danza con su estilo más contemporáneo del movimiento corporal.

"Florentino el que cantó con el diablo", es una obra que refleja el tema de la eterna lucha entre el bien y el mal y según la coreógrafa Mariela Delgado, "Florentino representa a cada uno de nosotros y el caballo implica la misión en la vida, el recurso del trabajo y hacia donde vamos". La creadora también señaló, que" la obra se plantea el miedo del ser humano ante los distintos problemas que se le presentan, hasta llegar al contrapunteo final".

Creemos que el objetivo se logró. Los que tuvimos la suerte de ser iluminados por la luz irradiada en estas funciones, quedamos encandilados y reitero, redescubrimos el asombro, más aún cuando somos extranjeros visitando la casa bien amada y deseamos, como hijos de esta gran patria latinoamericana, que sean rescatados y difundidos los legados heredados de los creadores culturales que nos antecedieron.


......"
Tengo señor Satanás, Zamuros de la Barrosa. Salgan del Arcornocal que al Diablo lo cogió el día queriéndome atropellar. Sácame de aquí con Dios Virgen de la Soledá, Virgen del Carmen bendita, sagrada Virgen del Real, tierna Virgen del Socorro, dulce Virgen de la Paz, Virgen de la Coromoto, Virgen de Chiquinquirá, piadosa Virgen del Valle, santa Virgen del Pilar, Fiel Madre de los Dolores dáme el fulgor que tú das. ¡San Miguel! dame tu escudo, tu rejón y tu puñal, Niño de Atocha bendito, Santísima Trinidá. (En compases de silencio negro bongo que echa a andar. ¡Salud, señores! El alba bebiendo en el paso real)".

Fotografías: Eliecer Quijada.(Teatro Teresa Carreño)