La LOT será explicada tras su promulgación ( Video)

"Amo tus dones puros, tu piel de piedra intacta, tus uñas ofrecidas en el sol de tus dedos, tu boca derramada por toda la alegría, pero, para mi casa vecina del abismo, dame el atormentado sistema del silencio,el pabellón del mar olvidado en la arena".(soneto XI de Sonetos de amor) Pablo Neruda.
La LOT será explicada tras su promulgación ( Video)
Como vandalismo contra médicos califican baruteños incendio en módulo de Barrio Adentro.
La madrugada de este domingo se produjo un incendio en un módulo de Barrio Adentro, en el municipio Baruta, estado Miranda, y ocho médicos cubanos fueron amedrentados, tras lo cual decidieron solicitar el cambio de domicilio para la prestación de sus servicios.
Maria Zambrano, habitante de la zona, consideró el hecho como acto de vandalismo “que ahora nos dejó sin médicos, porque ya ellos dijeron que tenían que irse. Sus vidas corrieron peligro”.
Indicó que los vecinos de la comunidad, organizaciones sociales, se apersonaron en el lugar y se percataron que al módulo ingresaron dos motos que resultaron calcinadas.
Maria Zambrano, habitante de la zona, consideró el hecho como acto de vandalismo.
“Esto de los médicos es algo que no puede suceder, el pueblo los necesita pero ahora tienen que irse. Exigimos seguridad y necesitamos que tanto Capriles Radonski como Gerardo Blyde (alcalde de Baruta) se dediquen a la seguridad”, expresó el dirigente.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) hizo presencia en el lugar y realiza las investigaciones para determinar las responsabilidades y causas del hecho.
Por Edmundo García
El pasado sábado 21 de abril el Primer Vicepresidente cubano José Ramón MachadoVentura reconoció el trabajo de los médicos graduados en Cuba hace cincuenta años en circunstancias muy especiales; se trata de los llamados “Alumnos del Centenario” o “Médicos de la Revolución”, que el 21 de abril de 1962 empezaron a cubrir las necesidades de la salud en un país en que quedaban pocos galenos.
Respecto al número de médicos con que contó la revolución en un inicio, el propio Comandante en Jefe Fidel Castrodijo en un discurso en Santiago de Cuba el 27 de julio de 1983: “Nosotros teníamos 6 000 médicos al triunfo de la Revolución, se fueron 3 000. Con los 3 000 que nos quedaron y con los que hemos formado hemos logrado estos resultados”. La política de sistemático robo de profesionales de la medicina a Cuba había comenzado con el mismo triunfo revolucionario y se mantiene hasta nuestros días, donde ha adquirido hasta una engañosa apariencia “legal”.
Como recordó el Viceministro de Salud Pública de Cuba Dr. Luis Estruch en el mismo encuentro, unos 400 médicos de aquella promoción de 1962 permanecieron en Cuba todos estos años ejerciendo su profesión con honestidad, alto nivel científico y convirtiéndose ellos mismos, a través de la docencia, en formadores de otros médicos.
El deseo de reinstaurar el régimen derrotado condujo a un hostigamiento general que también abarcó el terreno médico, no dejando otra alternativa a la revolución que defenderse en dicha esfera, por lo que en los meses de septiembre y octubre de 1960 se produjeron nacionalizaciones de laboratorios farmacéuticos norteamericanos en Cuba y las mayores “boticas”, lo que provocó una intensificación de las restricciones del intercambio médico con la naciente revolución.
El gobierno empezó a desarrollar entonces en el marco del naciente estado la producción de medicamentos y la formación de profesionales. Instituciones no directamente vinculadas con este tipo de servicio tuvieron que asumir tareas en este campo, como sucedió con el Instituto Nacional de la Reforma Agraria, el Ministerio de Industrias, el Ministerio de Comercio Interior y el Ministerio de Comercio Exterior, que creó por entonces la empresa MEDICUBA. Estamos hablando de una época muy temprana; tan temprana como agosto de 1961, cuando se promulga la Ley No. 959 que nombra al Ministerio de Salud Pública como rector del sistema médico cubano. Esa es la historia, o parte de ella, que muestra que la socialización de la medicina cubana no obedeció a un deseo infundado de centralizar sino a unas necesidades muy concretas donde lo social y lo político tuvieron un peso importante. Se sabe hoy, a través de documentos desclasificados, que el Consejo de Seguridad Nacional del Presidente Kennedy le aconsejó ahogar a Cuba por hambre, necesidades y enfermedades que llevaran a un malestar que justificara acciones mayores, lo que incluía planes para el deterioro de sus servicios de salud.
A pesar de la juventud de la revolución y de todas las dificultades por las que atravesaba, en esa primera etapa se sitúan también los primeros gestos solidarios con otros países más necesitados o aquejados por una emergencia. En 1960 Cuba envió colaboración médica a Chile cuando le afectó un devastador terremoto, ayuda que luego repitió en 1971 ante catástrofe similar; además a Honduras y Nicaragua cuando padecieron severos ciclones. Desde principios de los años 60 Cuba llevó servicios médicos a Argelia, Mali, Congo, Guinea y Vietnam. Y de esa época temprana datan también los intentos de intereses políticos por calumniar y malograr la labor humanitaria cubana.
Cuba fue por demás el primer país que tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 brindó a Estados Unidos ayuda médica, y que tras el paso del huracán Katrinaofreció el envío de brigadas de ayuda, plasma y hospitales de campaña a la zona de desastre; que Estados Unidos rechazó. Es una larga historia que conecta con las actuales calumnias propagandísticas contra las misiones médicas cubanas; uno de cuyos más bochornosos capítulos se refiere a la constante incitación a los galenos cubanos para que deserten de sus tareas en los más de 77 países donde trabajan 37 mil profesionales de la salud, facilitándoles material y legalmente la fuga, y nublando su juicio con falsas leyendas sobre el mundo idílico que les esperaría en una suerte de “grandes ligas” de la medicina norteamericana. La misma prensa manipulada y manipuladora de siempre, se presta para divulgar estos planes.
El 16 de enero de 2011 Joel Millman publicó un artículo en el periódico The Wall Street Journal donde revela la facilidad con que un médico cubano que colabora en el exterior puede solicitar la ayuda de una Embajada norteamericana para desertar de su misión. No importa los pacientes que deje de atender aún en medio de un tratamiento, ni la sobrecarga de su equipo por las tareas abandonadas. Cuenta el periodista Joel Millman el caso de un médico desertor que le bastó con entrar a un café internet en Gambia, llamar a la Embajada de EEUU en ese país y simplemente decir: “Soy un doctor cubano que quiere ir a Estados Unidos. ¿Cuándo nos podemos ver?” Al instante, por tratarse de un médico cubano, le indicaron que fuera a un mercado concurrido de la ciudad y que se acercara a una rubia vestida de verde, que sería en verdad una funcionaria del consulado de los EEUU. El encuentro de la historia se produjo en septiembre de 2008 y el médico en cuestión llegó a Miami posteriormente con estatus legal de refugiado y posibilidades de obtener la ciudadanía. A partir de este caso The Wall Street Journal comenta (sin ser lo debidamente crítico) las facilidades creadas para la deserción de médicos cubanos desde 2006, estimulados por un programa llamado Cuban Medical Professional Parole Program (CMPP), que en el peor espíritu de la guerra fría trata de sabotear el trabajo solidario de un país como Cuba, al que el ala derechista de la política norteamericana considera su enemigo.
Dicho programa fue concebido por el ex Coronel del Ejército de Estados Unidos de origen cubanoamericano Emilio González, quien como miembro del Consejo de Seguridad persuadió al entonces Presidente George W. Bush de que afectando los programas de ayuda médica cubana se contrarrestaba la influencia política de la isla. Si González llama “influencia política” al desarrollo de programas contra el cólera, contra la desnutrición, contra la malaria y contra el SIDA, entonces ciertamente debería alentarse el avance de dicha “influencia” con excelentes trabajos como los realizados por Cuba en Haití, que han merecido más de un elogio a nivel internacional.
Emilio González está vinculado a los sectores más extremistas de la política cubanoamericana de Miami, y se ha paseado por la televisión de esta ciudad reivindicando ser el autor del referido Cuban Medical Professional Parole Program (CMPP), que además de los médicos también facilita la deserción de paramédicos, terapistas, personal de enfermería, entrenadores físicos, dentistas y técnicos de laboratorio; junto a sus familiares. Entre los grandes cómplices de este programa, lo repito, está la prensa, que con sus historias de médicos triunfadores, millonarios, hipotéticamente empleados en los grandes quirófanos de Chicago y Long Island, convidan a los galenos a que abandonen la misión. Y son cómplices también algunos de estos mismos médicos que, una vez llegados a los Estados Unidos, se dedican a contactar a sus colegas para que sigan su camino. Un ejemplo de esto es el bochornoso programa “Barrio Afuera”, que trata de atentar contra el programa de colaboración “Barrio Adentro” proponiendo en internet información para la deserción. Por supuesto, cuando esta se produce, la ayuda de los incitadores brilla por ausencia.
Los intereses que se mueven detrás de esta campaña contra las misiones médicas cubanas en el exterior son tan grandes, que quiero confesarle a los lectores que una de las dificultades más grandes que ha tenido escribir un artículo como este se refiere al temor mostrado y declarado por los entrevistados. Además de pedir el anonimato, algunos incluso llegaron a solicitar posteriormente que no se utilizara la información brindada, porque alguien podría inferir a través del contenido la identidad de la persona que testimoniaba. Es decepcionante comprobar cómo algunos viven llenos de miedo en una tierra que se les prometió precisamente como de libertad. Por ejemplo, un neurocirujano que hoy en día trabaja como sereno en un condominio de Miami, que cuenta con 53 años y tiene pocas posibilidades de hacer una residencia por la dura discriminación que existe por índices de edad, se arrepintió de testimoniar en el mismo momento de la entrevista, por temor y por la vergüenza de confesar su sentido de fracaso profesional. Otro médico envió un correo con fecha del 23 de marzo a la dirección del programa “La tarde se mueve” dejando saber los problemas que le traería hacer declaraciones acerca de la difícil situación de muchos galenos cubanos llegados a los Estados Unidos. Entre otras cosas dice (cito textualmente): “… decidí no poder ayudarte en ese tema por ahora motivado a que estoy haciendo gestiones para poder entrar a un hospital a una residencia… sería dañar mi relación, no sería saludable para poder lograr mi objetivo”.
Entre los testimonios que me permito usar se encuentra el de otro médico cubano residente en Miami que tras pensar en la suerte de algunos colegas dijo: “… es una realidad que de 100 médicos solo 10 sacan los board y de esos solo 3 o 5 llegan a terminar la residencia y ejercer; es cierto esto”. Luego comentó: “mi memoria recuerda 59 médicos en los últimos 20 años que han llegado a USA, médicos que hicieron la residencia en el Hospital Hermanos Ameijeiras en Cuba y todo y aquí llenando bolsitas en un Sedano’s o sacando sangre… otros compran títulos de enfermeros y andan con una piedra en un zapato siempre con aquello de que nunca pudieron ejercer y ven los errores de los médicos pero no pueden decir nada pues son simples enfermeros”. También salió el tema de los fraudes, en el que alguien comentó: “otros robándole a los seguros en las famosas agencias de home health”.
Se habla además del tipo de práctica mecánica, con poco margen para la creatividad médica: “te sacan el jugo, son muchas horas de trabajo y nada de docencia, lo de la mayoría de los hospitales es trabajar como un mulo para producirles billetes”. Existen cirujanos de primera atendiendo teléfonos y llenando planillas y sin perspectivas reales en el plano científico. Destinos torcidos que, casi siempre, resultan menos amables de como los pintaron. Demasiados talentos desperdiciados por falsas promesas que no toman en cuenta los enormes recursos que un estado pequeño como el cubano empleó en formarles. Un hecho que al final de la jornada, si descontamos a algunos desagradecidos, todos acaban por reconocer cuando verifican el alto nivel de la medicina que aprendieron en las Universidades y Hospitales de Cuba.
Fuente: http://www.youtube.com
Mexico del futuro presenta la segunda parte de "Niños Incomodos" el video que ha incomodado a la clase política mexicana.
por Raúl Antonio Capote
La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos dedica incalculables recursos a la guerra cultural. Sus especialistas, altamente calificados, provienen de las mejores universidades del país y son cuidadosamente seleccionados. El equipo que trabaja en la guerra contra Cuba cuenta además con una vasta experiencia, muchos de ellos son veteranos de la Guerra Fría, la mayoría participó en operaciones contra los países exsocialistas de Europa del Este.
Cuba enfrenta hoy a ese temible arsenal de recursos humanos y materiales, inmersa en una difícil lucha por renovar el modelo económico, en medio de una profunda crisis del capitalismo a escala global que afecta a la economía cubana, agredida su población por una cruel guerra económica, que no respeta límites ni fronteras, guerra llevada a cabo por la potencia capitalista más poderosa de la tierra.
Los efectos de esa guerra sin cuartel contra la economía causan escasez y penurias, que no son mayores gracias a la voluntad política del gobierno cubano y a la efectividad de un modelo económico social basado en la planificación y no en las leyes ciegas e injustas del mercado, en la distribución justa de las riquezas, en la igualdad, modelo que no deja desamparado a nadie y que garantiza niveles de atención de salud y educación comparables a los países más desarrollados del mundo.
Los efectos del bloqueo sobre el pueblo cubano son presentados, sin recato de ninguna clase, como errores del socialismo, como prueba del fracaso de la Revolución, nuestros enemigos no tienen escrúpulos de ninguna clase cuando mienten y manipulan la información.
La formidable maquinaria de propaganda de la CIA, que cuenta con centenares de revistas, periódicos y canales de TV, que se presentan como completamente privadas y libres, más el dominio del ciberespacio controlado por las compañías a su servicio, más la acción de cientos de mercenarios de la información y sus lacayos dentro de la isla, es utilizada en la guerra contra Cuba, en especial, los mensajes manipulados, la información tergiversada debidamente presentada a partir de un cuidadoso estudio de márquetin, construida de modo que resulte atractiva y fácilmente asimilable, es dirigida contra la juventud cubana.
La CIA trabaja fundamentalmente hacia los jóvenes, intentando penetrar los centros culturales, religiosos, estudiantiles o sociales y los grupos informales, su propaganda está dirigida, amparados en una imagen progresista, rebelde y externamente atractiva, al sobredimensionamiento de los “fracasos” económicos del socialismo, a divulgar la “poca actualidad” del pensamiento marxista, a desinformar, denigrar las ideas revolucionarias, mentir, popularizar “las ventajas” de las sociedades de consumo.
Organizan conferencias internacionales, brindan becas, premios, y proyectan su influencia a través del cine, la TV, la prensa y la literatura. En películas, series televisivas, magazines, libros, se idealizan los mercenarios, se llama terroristas a los revolucionarios, se propagan criterios “novedosos” sobre la libertad sexual, los derechos humanos, el conflicto existencial, se distorsionan los conceptos de patria y nacionalidad.
Dentro del país intentan crear proyectos supuestamente alternativos, que son financiados y monitoreados a través de la Sección de Intereses de los Estados Unidos o directamente desde organizaciones que sirven de fachada a la CIA como la USAID, el Instituto Republicano Internacional (IRI), la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD) y otras.
El fracaso reiterativo de sus planes les ha llevado a perfeccionar su estrategia de guerra cultural, a desarrollar nuevas acciones, dirigidas a confundir, a engañar a los incautos. Nuevos personeros simulan pertenecer a una izquierda que odian en lo más íntimo de sus almas, han cambiado el lenguaje, ahora dicen ser revolucionarios, dicen trabajar por el bien de Cuba, dicen estar interesados en el futuro del país.
Dentro de esta estrategia se encontraba Génesis, un proyecto dirigido especialmente a los nietos de la Revolución. Sobre este proyecto y su progresión actual hablaremos en próximos artículos.
Fuente: http://eladversariocubano.wordpress.com
Por: Raúl Antonio Capote
Estamos en medio de una guerra de reconquista regida por adversarios que no se detienen ante nada, que usan la mentira desenfadadamente, la calumnia, el engaño.
Un oficial de la CIA que trabajó con el autor en la elaboración del proyecto Génesis, plan cuidadosamente elaborado para realizar una profunda labor de subversión político-ideológica en las Universidades cubanas, decía con frecuencia: "La guerra contra la dirección histórica de la Revolución la perdimos hace tiempo, por eso debemos concentrar todos los esfuerzos en la acción contra los nietos de la Revolución, si logramos cambiar su manera de pensar, si influimos a nuestro favor en sus gustos, preferencias, en sus ideas sobre el futuro de Cuba, habremos, por fin, comenzado a ganar esta guerra."
Todos saben que la CIA se fundó en 1947. Además de las funciones que cumplen los servicios especiales en todas partes del mundo, la CIA dedicó una cuantiosa cantidad de recursos humanos y materiales en un tipo de guerra, que llenaría los escenarios principales del enfrentamiento entre el socialismo y el capitalismo, entre las ideas progresistas y las más retrogradas.
Frances Stonor Saunders, autora del libro La CIA y la Guerra Fría Cultural, durante la presentación de su libro en la XII Feria Internacional del Libro en La Habana les preguntó a la audiencia.
¿Conocen ustedes cual es el Ministerio de Cultura de los EEUU?
La CIA asumió esa tarea furtivamente en su afán de derrotar al comunismo en todos los rincones del mundo. El paradigma central de esta guerra fue y sigue siendo una guerra por la mente de los hombres. La Agencia para lograrlo opera bajo el principio de la mentira necesaria y esconde su participación tras diferentes fachadas.
Cuentan con centenares de revistas intelectuales serias que se presentan como completamente privadas y libres, canales de TV, grupos musicales, compañías cinematográficas, proyectos culturales diversos que no habrían sobrevivido sin el apoyo financiero de la Agencia que además no tiene límite en cuanto al dinero que puede gastar.
"Durante los momentos culminantes de la guerra fría, el gobierno de los EEUU invirtió enormes recursos en un programa secreto de propaganda cultural en Europa Occidental. Un rasgo fundamental de este programa era que no se supiese de su existencia. Fue llevado a cabo con gran secreto por la organización de espionaje de los Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia." (1)
El Congreso de la Libertad Cultural, organizado por el agente de la CIA, Michael Josselson, entre 1950 y 1967, fue el acto central de esta campaña, sus logros fueron vastos, abrieron oficinas en 35 países, contrataron a centenares de personas, organizaron conferencias, exposiciones de arte, publicaron artículos de opinión en decenas de revistas y hasta llegaron a tener su propio servicio noticioso.
El Congreso repartió cuantiosos premios en metálico, concedió becas, financió las carreras de muchos artistas e intelectuales, compró muchas conciencias. Elevó artistas mediocres al nivel de grandes artistas, hizo desaparecer en el ostracismo a todo el que se le oponía o no se dejaba comprar, utilizó a intelectuales que, consiente o inconscientemente, se prestaron para la manipulación de ideas. "Algunos intelectuales sabían de donde venía el dinero y lo aceptaban y seguían diciendo lo que de todos modos habrían dicho. Otros se encontraban en una posición de autocensura, porque no querían poner en peligro el financiamiento que recibían. La CIA no tenía límites en cuanto al dinero que le era posible gastar." (2)
Construyeron un poderoso consorcio para luchar contra el comunismo, esa fue el arma secreta de la CIA, empleada con éxito, tanto dentro de los propios EEUU, en el enfrentamiento a los movimientos por derechos civiles y progresistas, como contra el campo socialista y los movimientos revolucionarios en cualquier parte del mundo. La CIA definió la guerra fría como Batalla por la conquista de las mentes humanas.
En su enfrentamiento al socialismo acumularon un inmenso arsenal de armas culturales.
La Revolución Socialista de Octubre en Rusia, representó en el siglo pasado, la victoria del humanismo en su expresión más alta, la cultura socialista. Sin haber terminado el siglo XX la derrota del Socialismo Real significó una victoria de la cultura capitalista. Fue en el campo de las ideas en el que vencieron, cuando el socialismo este europeo, desprovisto de su esencia creadora y humanista, fue incapaz de desarrollar una auténtica y creadora cultura que contraponer a la cultura que genera el poder global capitalista.
Para los intereses restauradores del capitalismo en la isla, es ideal el enfoque apocalíptico que extrapola la experiencia fallida del socialismo en Europa del Este, sus defectos y errores, a la experiencia socialista cubana, exponiendo la idea de que estamos en presencia de males incurables, congénitos del sistema. Nada más lejos de la verdad.
La Revolución triunfante en 1959 fue el hecho cultural más importante en la Historia de Cuba, significó el colofón de cientos de años de lucha, la derrota de la contrarrevolución heredera del autonomismo, el anexionismo y el capitalismo dependiente.
Estamos en medio de una guerra de reconquista regida por adversarios que no se detienen ante nada, que usan la mentira desenfadadamente, la calumnia, el engaño.
Todo ese enorme arsenal, toda la experiencia acumulada por la Agencia en su enfrentamiento a las ideas revolucionarias, al socialismo, hoy se concentran en derrotar al socialismo cubano, a la Revolución. Sus mejores agentes, sus técnicos, sus profesionales más destacados, más un presupuesto ilimitado, son utilizados con este fin. La juventud cubana es hoy su blanco esencial.
(1)- Stonor Saunders, Frances. La CIA y la guerra fría cultural, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2003, pag.13
(2)- Stonor Saunders, Frances. La CIA y la guerra fría cultural, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2003, pag.9