sábado, 20 de octubre de 2012

La verdadera historia de la Operación Peter Pan.

La Operación  Peter Pan ha sido  una de las más secretas y siniestras  operaciones de  subversión política ideológica, organizada por el "Departamento de  Estado de Estados Unidos", la jerarquía de la "Iglesia Católica" en Miami, la "Agencia Central de Inteligencia "  (CIA) y las organizaciones contrarrevolucionarias, en su lucha   contra la Revolución cubana durante la Guerra Fría en los años 60, que promovió y amparó lo que pareció ser un espontáneo proceso   migratorio al manipular por parte de Washington el tema de la   Patria potestad de los padres cubanos sobre sus hijos.
 
Su principal   ejecutor en coordinación con el Gobierno de Estados Unidos fue el cura de origen irlandés Bryan O. Walsh. Por  esta vía salieron de Cuba un total de 14 048  niños, muchos de ellos nunca volvieron a encontrarse con su  padres.



 
La Operación Peter Pan, fue llevada a cabo entre el 26 de diciembre  de 1960 y el 23 de octubre de 1962 y se desarrolló para propiciar que los niños cubanos pudieran emigrar a los  Estados Unidos y evadir el supuesto "adoctrinamiento comunista".
 
Esta  situación sirvió de factor condicionante y facilitante para que el  gobierno norteamericano, a través de la CIA, iniciara una de las  acciones de subversión política ideológica más cruel y tenebrosa que, en  el contexto de la Guerra Fría contra la Revolución, sembró el  terror y el pánico en determinados sectores de la sociedad cubana  mediante la campaña sobre la pérdida de la patria potestad. Esta campaña  surgió en el otoño de 1960 en el contexto de la creación, en Miami,  del Programa para Niños Refugiados Cubanos sin acompañantes (The Cuban  Children´s Program) como proyecto inicial, mientras que la  Operación Mangosta surgiría poco después con un mayor nivel de  especialización en las formas y métodos a desarrollar.
 
El  medio empleado en esta operación desestabilizadora sería una campaña de  propaganda a través de las ondas de la emisora Radio Cuba Libre  (Radio Swan), que causaría alarma y desasosiego entre la población  cubana.
 
El 26 de octubre de 1960, en el horario de las 8:00 p.m.  y en el Programa "Noticiero para el Caribe" a cargo de Francisco Gutiérrez, esta emisora subversiva, abordó por primera vez este asunto y  para ello radiaron el mensaje siguiente:
¡Madre cubana,  escucha esto!, la próxima ley del gobierno será quitarte a tus hijos  desde los cinco años hasta los 18 años, comentario que alternaría con el  de ¡Madre cubana, no te dejes quitar a tu hijo! Es la nueva ley del  gobierno (...), cuando esto ocurra serán unos monstruos del  materialismo. Fidel se va a convertir en la madre  suprema de Cuba.
Durante varios meses, de forma  reiterada transmitieron este y otros mensajes similares. En uno de ellos  se dieron las orientaciones precisas:
¡Atención cubano!  Ve a la iglesia y sigue las orientaciones del Clero.
También  redactaron una falsa Ley de la Patria Potestad, supuestamente  emitida por el gobierno cubano, que sería distribuida clandestinamente  entre la población. El texto de esta ley espuria fue redactada en  Estados Unidos e introducida en la Isla por el agente principal de la  CIA en Cuba, José Pujals Mederos. Según reconoció años después  Ángel Fernández Varela, también agente de la CIA, él fue una de las  personas responsables de la redacción de esta ley.
 
Durante  varios días se mantuvo a través de la citada emisora y otros medios  radiales e impresos al servicio de Estados Unidos, la propaganda dolosa  acerca de una eventual expropiación de niños. Se repetían mensajes  cuidadosamente fabricados para impactar en las familias cubanas,  concitando en algunas el miedo infundado a perderlos.
 
A  diferencia de operaciones anteriores similares, como la de los 20 mil  niños vascos en 1937, a causa de la Guerra civil española o la  salida de 30 mil niños judíos de Alemania entre 1938-1939,  la Operación Peter Pan se produjo sin justificación política, ética y  moral alguna, de forma cautelosa, con métodos clandestinos, en vuelos  comerciales y a plena luz del día.
 
El Padre Bryan O. Walsh, a través de la Catholic Welfare Bureau, creó un equipo de colaboradores y empleados, que  se encargaban de visar, recibir en el aeropuerto y distribuir en  diferentes establecimientos creados al efecto en la Florida y otras  localidades del país, a las pequeñas víctimas de la cruel maniobra  migratoria. En un hecho sin precedentes, el Departamento de Estado  norteamericano transfirió a una autoridad religiosa la potestad de  emitir visas waiver (Visas volantes), a todos los niños cubanos  entre 6 y 16 años.
 
Decisivo resultó el apoyo recibido por  importantes sectores de la Iglesia en Cuba, donde la jerarquía, la  mayor parte del clero y de sus organizaciones laicas, lejos de apoyar la  causa nacional, se aliaron incondicionalmente con la Iglesia  norteamericana y el gobierno de ese país, incitaron y propiciaron la  inmigración, defendieron los intereses de las clases privilegiadas, con  las cuales venían asociadas desde el advenimiento de la república  mediatizada, facilitando todo esto por la supremacía de un clero español  y mayormente extranjero, heredado desde el período colonial y protegido  por el gobierno interventor norteamericano.
 
Monseñor  Walsh, párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón, perteneciente  entonces a la diócesis de Miami, muy vinculado a sectores  recalcitrantes y agresivos de la emigración cubana en esa localidad, fue  el organizador público de la Operación Peter Pan.
 
De  acuerdo con una de las versiones contadas por el padre Bryan O. Walsh a  finales de 1960, directivos de la Cámara Americana de Comercio de La Habana se le acercaron con la noticia de que algunos amigos  cubanos querían enviar a sus hijos hacia Estados Unidos, por el temor de  que al estar involucrados en actividades contrarrevolucionarias, el  gobierno cubano tomara represalias contra ellos y como excusa le  retirara la custodia de los hijos.

En aquellos momentos, los principales directivos de las empresas norteamericanas radicadas en  Cuba, se encontraban en Estados Unidos reuniéndose con sus colegas de la  Cámara de Comercio de ese país, planteando sus problemas en relación  con la situación en Cuba y valorando la posibilidad de recurrir a la  embajada en La Habana en busca de ayuda.(Continua.......)
 

 
 
 

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